La obra está conformada por 12 piezas, en la cual se aborda la defensa de los territorios en contra de los proyectos invasivos, por medio de la figura humana
como forma de resistencia.
Por la expansión de la industria y del “progreso”, el sistema capitalista se ha ido expandiendo a lo largo de los territorios, buscando implantar sus proyectos
y apropiarse de los recursos naturales. Siendo los territorios de los pueblos originarios y de campesinos, los que están en mayor riesgo por la conservación
y resguardo que han hecho por generaciones de sus zonas. Esto ha llevado a conflictos, pues sin buscarlo los pueblos han tenido que hacer frente para proteger
la tierra de los megaproyectos, arriesgando todo y como única forma de defensa el propio cuerpo.
En esta obra, aunque cada figurilla es diferente entre sí, todas mantienen una posición firme y de combate, una pose en defensiva, que hace alusión el
proteger y defender. De igual forma, por medio de la expresión de los ojos, reta con la mirada, y se deja en claro que están dispuestos a hacer frente a
las políticas de exterminio, protegiendo su pasado y futuro en lo individual pero también como comunidad.
- Materiales: Cerámica fría, acuarela, madera, alambre recocido, cera, papel aluminio.
- Medidas: 33 x 51 x 81 cm.
- Año: 2019/2020